Resulta que uno llega a Noruega, observa un montón de hábitos raros, los adquiere como propios, y cuando vuelve a Barcelona encuentra muchas cosas fuera de lugar. Es difícil de explicar, pero voy a hacerlo lo mejor que pueda.
Son detalles sin importancia, a los que te acostumbras, ya que son “la manera correcta de hacer las cosas”. No me refiero a elementos ambientales, sino a comportamientos y actitudes sociales. He aquí una breve lista: