Cambio de hosting

He cambiado de hosting. El hosting (u “hospedaje”) es el servidor donde albergas una página web, o sea, un ordenador donde se ejecutan ciertos procesos (apache, mysql, php) y tienes ciertos ficheros (páginas web, imágenes), y que sirve las páginas tus lectores.

Hasta ahora mi blog se alojaba en el servidor de Revistes. Debido a motivos técnicos, prefiero contratar un servidor dedicado, ya que dispondré de más independencia, ancho de banda, espacio web, estabilidad, los programas que yo necesite, y una cuenta SSH.

Ya que me ponía, quería contratar algo bueno. Lo mejor que hay, para un blog de tipo medio-grande, es un “DreamHost”: ancho de banda y espacio web enorme, muy buen servicio, y facilidad de administración.

El problema del precio lo he resuelto juntándome con cuatro amigos, y compartiendo gastos. Nos hemos juntado cinco monos, y hemos compartido un DreamHost 🙂

De momento la migración parece estar completa. He activado cosas que en Revistes no tenía, y he desactivado otras que no me gustaban (como el localizador por países para comentarios: necesita una base de datos muy grande, y falla bastante). He resuelto los problemas con la codificación, y parece que todo funciona bien. Si encontráis algún fallo, por favor, avisadme en los comentarios o usando un email.

Vuelo de vuelta

Después de madrugar un Sábado, como hace tiempo que no hacía, nos hemos dirigido al aeropuerto. El vuelo de Marian ha salido dos horas después que el mío, pero llega una hora antes (mis tres horas en Copenhagen…)

En el aeropuerto, algún problema menor. Pregunto dónde hay que facturar, y me dan una respuesta equivocada, con lo que he tenido que recorrer un largo camino con la maleta.
Después, al facturar, me dice la encargada que la maleta pesa demasiado. Pesaba igual que cuando vine… cosas de la teoría del caos, supongo. Esta chica no sabía mucho inglés, me pregunta que si entiendo castellano, y se pone a hablarme en portugués. Viva.

La mejor de todas: he estado a puntito de ir a Guantánamo, por que me han descubierto dos armas ocultas. Dos zumitos, vamos. Considero que están totalmente equivocados, con dos zumitos no puedes tomar un avión, y lo puedo demostrar: la tripulación consta de más de 5 personas, y con dos cañitas solo puedes apuñalar y sorber la sangre a dos de ellos (no son reutilizables, y hay peligro de infección). ¡Necesitaría al menos 3 zumitos más!

Ah, la culpa es de jotape, que me incita a hacer cosas malas. Como él se metió uno, yo tenía que llevarme dos. Continúas imbatible, pero me tomaré la revancha xD

En fin, me bebo los zumos de un trago, y sigo adelante. Me encuentro… ¡la tienda Tax-Free! Ya se sabe que los zumitos, los perfumes y la pasta de dientes son armas peligrosas que pueden ser usadas para conquistar el aeroplano. En tal caso, la tienda Tax-Free es un puto arsenal en potencia. Con todo lo que he encontrado ahí puedes conquistar un país pequeño. No soy químico, pero creo que con toda esa materia prima se pueden sintetizar fácilmente explosivos, ácidos, venenos, bombas de humo, artefactos incendiarios… si Michael Scofield tuviese acceso, habría salido de Fox River por la puerta principal, antes del intermedio del primer capítulo. Sigue leyendo