Después de madrugar un Sábado, como hace tiempo que no hacía, nos hemos dirigido al aeropuerto. El vuelo de Marian ha salido dos horas después que el mío, pero llega una hora antes (mis tres horas en Copenhagen…)
En el aeropuerto, algún problema menor. Pregunto dónde hay que facturar, y me dan una respuesta equivocada, con lo que he tenido que recorrer un largo camino con la maleta.
Después, al facturar, me dice la encargada que la maleta pesa demasiado. Pesaba igual que cuando vine… cosas de la teoría del caos, supongo. Esta chica no sabía mucho inglés, me pregunta que si entiendo castellano, y se pone a hablarme en portugués. Viva.
La mejor de todas: he estado a puntito de ir a Guantánamo, por que me han descubierto dos armas ocultas. Dos zumitos, vamos. Considero que están totalmente equivocados, con dos zumitos no puedes tomar un avión, y lo puedo demostrar: la tripulación consta de más de 5 personas, y con dos cañitas solo puedes apuñalar y sorber la sangre a dos de ellos (no son reutilizables, y hay peligro de infección). ¡Necesitaría al menos 3 zumitos más!
Ah, la culpa es de jotape, que me incita a hacer cosas malas. Como él se metió uno, yo tenía que llevarme dos. Continúas imbatible, pero me tomaré la revancha xD
En fin, me bebo los zumos de un trago, y sigo adelante. Me encuentro… ¡la tienda Tax-Free! Ya se sabe que los zumitos, los perfumes y la pasta de dientes son armas peligrosas que pueden ser usadas para conquistar el aeroplano. En tal caso, la tienda Tax-Free es un puto arsenal en potencia. Con todo lo que he encontrado ahí puedes conquistar un país pequeño. No soy químico, pero creo que con toda esa materia prima se pueden sintetizar fácilmente explosivos, ácidos, venenos, bombas de humo, artefactos incendiarios… si Michael Scofield tuviese acceso, habría salido de Fox River por la puerta principal, antes del intermedio del primer capítulo.
Ah, destacar también que dicha tienda es la zona mejor iluminada, sin controles de seguridad, y con unos carteles donde reza: “STOP. Buy here“. Literal, y el mismo tipo de cartel que los de “seguridad”, no le he hecho la foto por que todavía tenía en mente lo de Guantánamo. Te están metiendo miedo desde que entras al aeropuerto, te obligan a obedecer normas estúpidas (OMG ITSA zumito!!!one!), y de repente te encuentras con una sala amplia, agradable, y con carteles que te obligan a consumir. Y todos contentos, como borreguitos.
Me he despedido de Marian 🙁 , y he subido al vuelo con unos minutos de retraso. El viaje ha ido bien, tras algo más de una hora he llegado a Copenhagen sin problemas. Estoy redactando este artículo desde aeropuerto de Copenhagen, ya que tendré estar tres horas.
Tienen cobertura wifi en todo el aeropuerto, pero es de pago. La juankearía, pero es que ya he cubierto el cupo de actividades sospechosas de hoy xD. Así que guardo el artículo y lo publicaré desde casa: cuando leas estas líneas puedes tener la certeza de que estoy en casa, sano, salvo, y durmiendo.
Volviendo de Copenhagen a Barcelona tampoco he tenido problemas. He podido dormir un rato, y me he podido acabar el Cuentos Completos I de Isaac Asimov.
Una vez en Barcelona, ha habido problemas con la maleta: han tardado ¡una hora! exacta en salir. Ningún empleado de Spanair se ha dignado a dar la cara y dar explicaciones. Al ir a preguntar decían que en 5 minutos iban a salir… ad infinitum. Bienvenido a casa, David.
Fr1st p0st @ home!!unouno
Bienvenido a casa, campeón. El mejor post del puto blog entero, qué hartón de reir xD
En fin, a ver si quedamos, es tu turno de batallitas 😉